jueves, 9 de marzo de 2023

ALFONSO GONZÁLEZ HERMIDA, EXILIO A VENEZUELA, PASANDO POR TÚNEZ Y ARGELIA.

 

Alfonso González Hermida, cabo de artillería (archivo familiar González Hermida)

    
Alfonso GONZÁLEZ HERMIDA, nació en 1912 en tierras gallegas, en Nosa Señora dos Desamparados de Xubia, parroquia del municipio de Narón, hoy desaparecido. 

Para entrar en la Marina como marinero se solía ingresar a los 16 años en la Escuela de Aprendices Marineros de la Armada de Marín. El aprendizaje se realizaba en el Buque-Escuela Nautilus y en el Galatea. Después, Alfonso fue a la Escuela de Artillería del Polígono de Tiro Naval “Janer” en Marín y en septiembre de 1931 fue promovido marinero artillero, siendo destinado al Almirante Cervera en noviembre de ese mismo año.


Alfonso GONZÁLEZ HERMIDA es señalado con la letra G. A borde del Almirante Cervera en 1931, en Bilbao. (Archivo familiar V. Fernández Díaz).


Después de un año de prácticas en el Almirante Cervera (ver foto) fue ascendido a cabo de Artillería y tras otro curso en la Escuela de Artillería del Polígono de Tiro Naval “Janer” fue nombrado cabo apuntador.


A bordo del A. Valdés. Alfonso es quien toca la bandurria
(Archivo familiar González Hermida)

    En julio de 1936 se encontraba a bordo del destructor A. Valdés. Siguiendo órdenes del Gobierno, este buque salió de Cartagena y se presentó frente a Melilla para bombardear la ciudad rebelde. Pero los oficiales no estaban dispuestos a acatar estos mandatos y atracaron en el puerto de Melilla. Tras una serie de confusiones y situaciones totalmente desconcertantes, maquinistas, clases y marinería tomaron el Valdés y emprendieron una accidentada salida hacia Cartagena, con los oficiales encerrados en el sollado de maquinistas. Alfonso González Hermida fue uno de los cabos que participó en la toma del buque para la República (1). 


Alfonso González Hermida en el puerto de Cartagena
(Archivo familiar González Hermida)


    En 1937 el Valdés atracó en Alicante para unos días y Alfonso, con algunos compañeros, se cruzó por las Ramblas con dos chicas a las que empezaron a cortejar. Alfonso le pidió su dirección a la más joven, que le había llamado la atención. Al día siguiente se presentó en su casa y le pidió permiso a la madre, que era viuda, para poder salir con ella. Alfonso le cayó bien y selló su acuerdo ofreciéndole un platillo de aceitunas que estaba preparando en un barril en ese mismo momento. Así comenzó un corto noviazgo con Amparo Tendero González, casándose el 5 de mayo de 1937. 


Amparo Tendero González (Archivo familiar González Hermida)


Amparo siguió en Alicante y allí tuvo una niña, Alicia, que murió con 6 meses de neumonía en un refugio antiaéreo. 

A finales de 1937, Alfonso fue promovido auxiliar alumno de Artillería (suboficial).

Llegó marzo de 1939 y Alfonso salió con la flota hacia el norte de África, recalando en Bizerta, Túnez. Tenía 27 años y dejaba atrás a su mujer y a su familia que ya no volvió a ver nunca más.

Amparo Tendero y su hermana, acorraladas por el avance de los fascistas, sin saber lo que había sido de Alfonso, escaparon en el Stanbrook, el último barco que salió de Alicante. Llegadas a Orán tuvieron que vivir en condiciones infrahumanas en el propio barco, aunque las mujeres y los niños fueron desembarcados pronto y encerrados en una antigua prisión abandonada. Allí, dio la casualidad de que un periodista local las entrevistó y ese reportaje llegó hasta el campo de concentración de Meheri-Zebbeus, en Túnez, donde había sido recluido Alfonso González Hermida. Así, supo dónde estaba su mujer y emprendió las gestiones para reunirse con ella. Alfonso ya figuraba en las listas para ser mandado al campo de castigo de Gabès, como “indeseable”, pero el 31 de agosto pudo marchar a Orán para residir en el Centro nº1 de Orán, junto a su mujer.


Documento administrativo por el que se indica la partida de Alfonso González Hermida
 (con nombre algo modificado) (Centre des Archives diplomatiques de Nantes  2MI-563 -p.454)

Un poco más tarde, Alfonso fue mandado a Colomb-Béchar, a los territorios del Sur, a trabajar en el transahariano y Amparo Tendero dio a luz a una niña en junio de 1942, bajo las bombas de la II Guerra Mundial. La llamaron Adela.

La vida en Argelia fue dura. Las posibilidades de trabajo, aún después de la liberación de los campos, eran escasas y de poca rentabilidad, el campo para los hombres y coser para las mujeres. También hacían jabón clandestinamente y Amparo tejía zapatillas de rafia.

En 1948, no viendo salidas económicas en Argelia, decidieron irse a Venezuela, invitados por la hermana de Amparo y la ayuda económica de un hermano de Alfonso que estaba en Argentina. Marcharon desde Marsella en el Il Ciaciello. Llegaron a La Guaira y luego marcharon a Maracaibo. Pasaron dificultades económicas. Alfonso pudo emplearse como obrero en la Cámara de Comercio de Maracaibo hasta su jubilación y Amparo vendía golosinas en un cine y después cosméticos de Lancôme, donde llegó a ser “embajadora de la marca para Venezuela”. En 1954 nació una segunda hija, Themis.

Alfonso, nunca se nacionalizó en Venezuela. Muerto el dictador, se planteó regresar a España definitivamente. Pero ese “invierno fue muy frío” y, además, le pareció “que en España todos están viejos y tristes” y volvió a Venezuela a disfrutar de una vejez tranquilla con la pensión que le reconocieron de Marina.   

Falleció en 1987 y en su sepelio colocaron sobre el féretro la bandera republicana que él había conservado y sus hijas y nietos le cantaron una canción que les había enseñado:

Adiós con el corazón, que con el alma no puedo, al despedirme de ti, al despedirme me muero, tú serás el bien de mi vida, tú serás el bien de mi alma, tú serás el pájaro pinto, que alegre canta por la mañana”.


Victoria Fernández Díaz


Gracias infinitas a sus hijas Adelita (q.e.p.d.), Themis y a sus nietos Carmen y Javier González con cuya ayuda y cariño he podido reconstruir la historia de Alfonso González Hermida.


(1) En la toma del A. Valdés participaron activamente  Evaristo ANDRÉU MARTÍNEZ, cabo de marinería, exilio al norte de África y a Argentina; Diego BUENO RUIZ, cabo radiotelegrafista, ejecutado en Cádiz el 08/04/1940 (causa 391); Antonio CONESA GUERRERO, cabo de Artillería, exilio a Túnez y a Francia; Luis DIAZ CARRASCAL, marinero, Exilio a Túnez; Benito DOPICO FERREIRO, auxiliar segundo Naval, exilio a Francia y México; Norberto FERNÁNDEZ LÓPEZ, Auxiliar 2º de Oficinas, exilio a Túnez; Manuel GÓMEZ SOTO, marinero, ejecutado el 01/05/1941 en Cartagena (causa 372/39) ; Alfonso GONZÁLEZ HERMIDA, cabo de artillería, exilio a Túnez y Venezuela; Antonio GONZÁLEZ, marinero; Ángel GUEVARA de la ROSA, tercer maquinista, exilio a Túnez y Francia; Santiago LÓPEZ JIMÉNEZ, capitán maquinista, Jefe de Máquinas del Valdés, exilio a Francia y a México; Luis LORENTE GARCÍA, , marinero, exilio a Túnez; Alfredo MARTÍ VALLES, cabo de artillería, exilio en Túnez, volvió a España en 1949; Juan MÉNDEZ FERNÁNDEZ, auxiliar segundo de Máquinas, ejecutado en Cartagena el 09/12/1939 (causa 542/39); Joaquín OROZCO SORIANO, maquinista tercero, exilio a Túnez y Argelia, donde fallecido y fue enterrado; Basilio SOBRAL TABOAS, marinero, juzgado y condenado a 20 años en Cartagena; Fernando VALERO LOPEZ, cabo de artillería.