“Como ya estaban reunidas todas las
condiciones indispensables, no tardamos en poner a ejecución el proyecto de
evasión, descabellado si lo había, pero no lo sabíamos aún bien. Pronto llegó “el
día D”. Recuperamos una vieja maleta de madera que me iba a servir para
transportar los libros de los que me costaba separarme (1)”.
Así
empieza la primera evasión del campo de concentración de Meheri Zebbeus de los
dos marinos Francisco Díaz Bueno y Alfonso Vázquez García. Sin brújula, perdidos,
cargados con la maldita maleta, pronto son capturados por unos “autóctonos” que
los devuelven al campo y cobran una buena recompensa.
En
1936 el gaditano Paco Díaz era, como se describe a sí mismo “de natural pacífico y optimista, vivía a mil
codos de las contingencias políticas de mi país, con la ilusión puestas en los próximos campeonatos de atletismo de
la Marina, en los que pensaba participar como lanzador de disco (2)”. Además
era “un enamorado de la mar, desde bien
pequeño cuando desde las ventanas de la clase, en el liceo del Sagrado Corazón,
veía los barquitos sobre la cinta azul del mar”. Su compañero de evasión y
amigo era Alfonso Vázquez, “astur de
buena cepa […] era un muchacho tranquilo, más bien cachazudo (3)”. Antes de la guerra eran cabo de electricidad el uno y cabo radiotelegrafista el segundo y se
habían conocido en San Fernando, haciendo deporte y, particularmente, carreras de fondo.
La
segunda evasión estuvo ya más preparada, abandonaron la maleta de libros y fue
coronada por el éxito, tras muchas calamidades y casi morir de sed.
Estas
memorias fueron escritas en 1987, cuando los años y la distancia habían ido creado,
como es natural, una realidad menos dolorosa que se podía contar con humor y
distanciamiento.
Cuando llegaron a Oran: “se vivía al día y se comía, o cenaba, según
las circunstancias. También dormir bajo techado planteaba problemas, en ciertos
casos. Conozco a un exiliado que durante una semana durmió sentado en una
silla, puesto que no había cama y el espacio era reducidísimo; pero, fuera, a
la intemperie, se estaba peor y la policía te llevaba”.
Mil y
una anécdotas recorren estas memorias que cuentan las correrías de dos marinos
republicanos por tierras africanas.
(1) (3) DIAZ, Francisco;
VÁZQUEZ, M. Alfonso (2018) Evasión (Campo
de Internamiento de Meheri-Zebbeus (Tunisie) 1939. Tabernes Blanques. Valencia: L'Eixam Edicions
(2) DÍAZ, Francisco Victoria y derrota vinieron de la mar. 1936 – 1939.
Mecanografiado. Archivo privado.
Breves buigrafías:
DÍAZ BUENO, Francisco. Nacido en Cádiz, Andalucía, en 1913. Cabo y promovido Auxiliar alumno de electricidad en el Cervantes y el Miranda. Soltero cuando marchó al exilio con la flota con 26 años. En Túnez fue internado en el campo de concentración de Meheri-Zebbeus. Protagonizó dos fugas desde este campo. En la segunda pudo llegar hasta Orán, aunque fue requisado para los campos del Transahariano. Vivió en Argelia hasta que marchó a Francia, donde falleció en 1988.
VÁZQUEZ GARCÍA, Alfonso. Nacido en Avilés, Asturia, en 1912. Cabo y promovido Auxiliar alumno de radio en el Núñez y el Lepanto. Soltero cuando marchó al exilio con la flota con 27 años. En Túnez fue internado en el campo de concentración de Meheri-Zebbeus. Protagonizó dos fugas desde este campo. En la segunda pudo llegar hasta Orán, Fue requisado y estuvo en Bou Arfa y en Colomb Béchar. Vivió en Orán donde se casó con una española hija de la emigración. Del Partido Socialista. Falleció en España.
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