sábado, 9 de julio de 2022

GABÈS, una compañía de castigo en el desierto tunecino

 

Trabajando en el desierto de Gabès, a pico y pala (Archivos familia Alcaraz Saura)



En Túnez, a partir de junio de 1939, las autoridades francesas empezaron a elaborar una lista de “indeseables” a los que culpaban de los problemas de disciplina y fugas que tuvieron en el campo de concentración de Meheri Zebbeus, la colonia agrícola de Kasserine y una multitud de empresas paralelas de construcción, riego, de ferrocarril como Haïdra o el campo de trabajo de Ghardimaou, dedicado a la construcción de una carretera.

Estos “indeseables” debían ser apartados de sus compañeros y mandados bajo la custodia directa de los militares para trabajar en el desierto de Gabès, al sur de Túnez, en una compañía de castigo del ejército, el 1.er Batallón de Infantería Ligera disciplinario (1). Se trataba de un temido batallón disciplinario africano, donde hacían el servicio militar soldados franceses con antecedentes penales en la vida civil o con faltas muy graves de disciplina durante el servicio militar. A lo largo de los meses fueron mandados al desierto de Gabès casi 300 marinos (2).

Gabès es una región situada en el sureste de Túnez, lindando con el mar Mediterráneo, con una costa de 80 km y con una parte de desierto importante.


Mapa de Túnez. Al sur, el desierto de Gabès y la Línea de Mareth, fortificaciones construidas para protegerse de una posible invasión italiana (Mapa Victoria Fernández Díaz, 2009)


¿Quiénes eran estos “indeseables”? Según las autoridades francesas fueron elegidos «entre los que presentaban menores garantías desde el punto de vista de la moralidad, de la disciplina y de la estabilidad mental» (3). En realidad, algunos habían destacado durante la guerra por su actuación contra la oficialidad rebelde, otros eran fugados de los campos o se habían negado a trabajar en condiciones denigrantes. El suboficial Juan Ponte Paseiro (4) también apuntaba que, en general, eran “los que tenían fichados como comunistas, anarquistas y otros que no eran ni lo uno ni lo otro”. 


Foto de Juan Ponte Paseiro (probablemente el 3º desde la derecha). (Archivo de General de la Marina Viso del Marqués, aportada Manuel López Franco)


Un primer contingente de aproximadamente 280 hombres fue mandado en octubre de 1939 en vagones para ganado cerrados, “custodiados por soldados senegaleses, que no nos dejaban ni asomarnos al exterior” hasta la ciudad de Gabès y desde allí “en camiones hasta el desierto de Gabès que se encontraba a 50 kms y a unos 10 kms de la Línea Mareth, recordaba el suboficial Juan Ponte Paseiro (5). Se convirtieron en la 7.ª Compañía de Trabajadores Extranjeros. Al caer bajo la jurisdicción de los militares se ha podido encontrado documentación administrativa sobre esta parte de su exilio. Nos quedan los testimonios.

Observemos que las autoridades francesas se erigieron en fiscales y jueces de juicios no celebrados, pero que sentenciaron, puesto que los afectados fueron mandados a un campo de castigo.

El grupo fue afectado a la construcción de un ferrocarril que debía llegar hasta la frontera tripolitana (6). El trabajo era a pico y pala, bajo vigilancia de guardianes armados. Estaban alojados en 18 tiendas de lona en muy malas condiciones, sin colchonetas ni paja para aislarse del suelo. Conforme iban construyendo las plataformas de las vías, el campamento se trasladaba unos kilómetros más adelante. “Aquello era un verdadero infierno” evocaba Juan Ponte (7). La comida “era mala y poca" recordaba el marinero de reemplazo Gerónimo Llopis (8). Varios mencionaban las tempestades de arena que lo cubre todo de polvo y cambia el paisaje exterior y destruye el trabajo hecho.


Armando Fernández Álvarez, cuando se incorporó a la Marina para hacer el servicio militar (Archivo familiar Ataulfo Fernandez)


El marinero Armando Fernández Álvarez escribió a sus padres desde Gabès varias cartas. En ellas, no contaba nunca qué hacía allí. Sólo cuando unos tíos de Chile le dijeron que no les daban permiso para sacarlo de Túnez, se sintió probablemente tan desolado que reconoció ante sus padres que «estos días que estamos atravesando con muy difíciles. Vds. se darán cuenta de la latitud en que estoy metido, muchos vientos calientes del desierto, que a veces pierde uno la noción de todo» (9).


Foto del marinero de reemplazo Juan Alcaraz Saura. Es el primero por la derecha, con camisa blanca. Los demás son miembros de la CNT que salieron con la flota el 5 de marzo de 1939 (Archivo familiar de Juan Alcázar Saura).


La falta de agua es otro de sus tormentos. Llegaba en cisternas a los campamentos, ardiendo de calor. Según el reglamento tenían derecho a 2 litros por la mañana y dos por la tarde para beber y asearse.


La falta de agua es otro de sus tormentos. Llegaba en cisternas a los campamentos, ardiendo de calor. Según el reglamento tenían derecho a 2 litros por la mañana y dos por la tarde para beber y asearse.

Debido a la falta de higiene, a las condiciones en que les llegan los alimentos y el agua sufren de disentería sanguinolentas constantemente, lo cual era un verdadero tormento.

Un día, recordaba el marinero de reemplazo Juan Alcaraz Saura, los llevaron en autobús a un punto en el desierto y cuando hubieron bajado, el autobús marchó, dejándolos con lo puesto, sin más explicaciones. David Fernández Dopico corroboraba “Fuimos caminando, sin comida, sin agua. Tuvimos espejismos del calor” (10).
 


El suboficial de artillería David Fernández Dopico en un campo de Túnez 
(Archivo familiar David Fernández Martínez)


Allí conocieron ciertos castigos como el «cuadrilátero» o el «tombeau», lugar excavado o no, rodeado de alambradas donde debían permanecer, bajo el sol, vigilados por guardias armados, con la comida reducida al mínimo. Otras veces, trabajaban de día, pero de noche volvían al cuadrilátero, sufriendo las bajas temperaturas del desierto de noche, sin abrigo alguno.

En junio de 1940, tras la derrota de Francia y la firma del Armisticio entre Francia y Alemania e Italia, se instauró el Régimen de Vichy, presidido por el Mariscal Philippe Pétain en la metrópolis. Túnez quedó bajo las nuevas autoridades colaboracionistas y simultáneamente las fuerzas italianas de Libia entraron en el Sur del país. El suboficial de artillería Juan Ponte Paseiro contaba que “la mayoría de los que estaban conmigo en las tiendas por temor a que los italianos nos mataran a todos al entrar por la frontera, escaparon corriendo hacia Gabes. Finalmente, los italianos pasaron cerca de nosotros con tanques, cañones, ametralladoras, etc, y ni para nosotros miraron. A los que habían escapado “los cogió la gendarmería en Gabes y los trajeron donde estábamos” (11).


El 20 julio de 1940 fueron todos mandados a Argelia, a los alrededores de Khenchela, en la región del Aurés, (12) transformados en la 8º Regimiento de Trabajadores Extranjeros (13), donde vivirán otro episodio durísimo antes de ser mandados a los campos del Transahariano y de castigo y aislamiento de Hadjerat M’Guil, Djelfa, Meridja, Puits Djorf Torba, las cárceles de Barberousse, de Maison Carrée, de Berrouaghia y de Lambèse. 




Victoria Fernández Díaz



NOTAS

1 .        Centre des Archives Diplomatiques de Nantes (CADN) 2MI-562, fol. 263-265. Carta del 04/07/1939 del comandante adjunto Bardy mandando una lista de 250 nombres de “indeseables” al comandante de la compañía de gendarmería de Túnez.

2. Solo en diciembre de 1939 fueron mandados 22 refugiados desde Kasserine o Ghardimaou por fugarse o protestar. Por ejemplo, en CADN 2MI-565 fol. 429, nota del 04/12/1939 del capitán de corbeta Mouillec para el teniente comandante de la legión de Gendarmería de Túnez, son mandados cinco refugiados; en CADN 2MI-565 fol. 464, Nota del 19/12/1939 para el Gabinete militar, son mandados trece refugiados; en CADN 2MI-565 fol.467. Carta del 30/12/1939 del delegado civil de Souk-el-Arba al Residente General de la República francesa (gabinete militar), son mandados diecisiete refugiados. Los envío no paran ahí, por supuesto. Por ejemplo, en febrero de 1940 aún siguen mandando a marinos: en CADN 2MI-565 fol. 523, nota del 08/02/1940 para el coronel jefe de Estado Mayor de los Frentes de Túnez, son mandando 2 refugiados que se habían fugado 3 veces.

3. CADN 2MI-562, fol. 204. Informe de diciembre 1939 sobre la instalación de los refugiados españoles.

4. PONTE PASEIRO, Juan, Recuerdos. Manuscrito Inédito. Ver también sobre los antecedentes de Juan Ponte http://exiliomarinosrepublicanos.blogspot.com/2017/09/juan-ponte-paseiro-del-penal-de-san.html

5. PONTE PASEIRO, Juan, Recuerdos. Manuscrito Inédito.

6.  SANTIAGO, Lucio y otros, Internamiento y resistencia de los Republicanos españoles en África del Norte durante la segunda guerra Mundial. Sant Cugat del Vallès (Barcelona): autoedición. 198, p. 68; PONTE PASEIRO, Juan, Recuerdos. Inédito.; ALCARAZ SAURA, Juan, Memorias de un exilio. Inédito.

7. PONTE PASEIRO, Juan, Recuerdos. Manuscrito Inédito.

8. LLOPIS, Gerónimo, “Marinos Republicanos en el África del Norte”, Historia y Vida, nº20, 1983, p. 117

9. FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Armando, Correspondencia 1939-1954, aportada por su sobrino Ataúldo Fernández Husillos.  Ver también http://exiliomarinosrepublicanos.blogspot.com/2020/09/armando-fernandez-alvarez-un-marinero.html

10. Juan Alcaraz, carta del 22 de marzo de 2007 a Victoria Fernández Díaz y Conversación el 6 de marzo de 2007de Victoria Fernández con David Fernández.

11. PONTE PASEIRO, Juan, Recuerdos. Manuscrito Inédito.

12. CADN 2MI-565, folio 555. Nota, «Proyecto de solución». Julio 1940. Confirma que marcharon definitivamente a Argelia en octubre 1940.

13. CADN 2MI 563, folio 770, nota del mes de marzo de 1941 del Almirante Esteva al Gobernador General de Argelia sobre el deseo de repatriación de Frutos Leira Pineido que se encontraba en el grupo de Gabès y que en esa época ya está en Khenchela (Argelia); 2MI-564, folio 804, carta del General del Corps des Logis Blanc al Señor Almirante, Residente General de Francia informando que la Compañía será en breve mandada a Argelia.





1 comentario:

  1. Despues de la llegada en campo de Meheri-Zebbeus que fue una vida muy dolorosa, algunos fueron enviados en el campo de Gabès y todavia màs doloroso.

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