Pedro
Prado Mendizábal fue un oficial del Cuerpo General comprometido con el gobierno
de la República desde el primer día y que defendió la legalidad gubernamental
hasta el último momento. Además, tuvo un exilio largo y azaroso.
Pedro
Prado había nacido en Lugo en 1902. Ingresó en la Escuela Naval de San Fernando
con 17 años y en septiembre de 1922, con 20 años, fue promovido alférez de
navío e integró la División de instrucción de submarinos y la Escuela de
Radiotelegrafistas.
Participó
en la guerra de Marruecos a bordo del Almirante
Lobo, Cíclope y el Alfonso XIII. Le fueron otorgadas durante
la campaña la Cruz Roja al Mérito Naval y la Cruz Blanca al Mérito Militar.
Ya
como teniente de navío fue destinado a la comisión de inspección y estuvo
embarcado en el submarino C-4. Al
proclamarse la II República, formó parte del equipo del Ministerio de Marina, como
ayudante personal de Casares Quiroga, luego con José Giral y posteriormente con
Lluís Companys. En octubre de 1933 volvió a los submarinos embarcando como 2º comandante en el C-4.
Pero en abril de 1936, con el triunfo del Frente Popular, José Giral, que se
rodeó de marinos de su confianza, lo nombró en la secretaría técnica junto a Fernando
Navarro Capdevila.
Días
antes de la sublevación militar, en julio de 1936, Pedro Prado fue mandado a
Cartagena como hombre de confianza de Giral para evaluar la situación y
propiciar ciertos reajustes. Cuando, en la
madrugada del 18 de julio, Benjamín Balboa oyó en Ciudad Lineal, el mensaje de
Franco dando el pistoletazo de salida a la sublevación militar, a quien primero
informó, saltándose la cadena de mando, fue a Pedro Prado Mendizábal.
Fue
nombrado Jefe de Operaciones de la Flota y fue el artífice de la constitución
de Málaga como Base Naval. En aquellos momentos tan tensos, con oficiales
arrestados, la formación de los Comités y la desconfianza de las tripulaciones,
Pedro Pardo sopesó con clarividencia la situación e intentó componer una
solución. Junto con otros marinos defendió que la base de Málaga fuera cabeza
de puente para ocupar Algeciras, impedir el traslado de tropas del ejército de
África, “pero desde las autoridades republicanas siguieron sin escucharles (1)”.
En
noviembre de 1936 fue nombrado comandante del crucero Méndez Núñez cuando éste regresó de Guinea. En 1937 fue ascendido a capitán de corbeta. Fue mandado a Francia para hacerse cargo de los submarinos C-3 y C-4 cuyos
mandos habían desertado en Francia.
En
abril de 1938 fue nombrado Jefe del
Estado Mayor Central de la Marina hasta enero de 1939. En febrero de 1939,
perdida la guerra, cruzó la frontera junto a las tropas del general Modesto hacia
Francia.
Estaba
casado con la cartagenera Elisa Fernández Meroño y habían tenido tres hijos,
Jorge, Alberto y Rosina. Los dos chicos estaban, en los momentos finales de la
contienda, acogidos en la URSS. Pedro Pardo, que tenía simpatías comunistas, marchó
a aquel país en mayo aunque consta su petición al SERE para poder emigrar a
México.
En
la URSS, ingresó en la Escuela del Alto Estado Mayor del Ejército Rojo, obtuvo
el grado de coronel del Ejército Rojo y el de capitán de la Marina de Guerra
soviética. Fue profesor de Táctica y Arte Operativo en la Academia Militar
Voroshilov. Combatió y sufrió en el largo
asedio de Leningrado. En tiempos de paz Prado volvió a la vida civil y trabajó
como traductor del ruso y del español. Escribió un Diccionario politécnico
español-ruso (2).
A
principios de la década de los 60 siguió su exilio en Cuba donde fue asesor de
la Armada y dirigió la revista Información Técnica y Científica Naval.
Era
un hombre sin prejuicios. Cuentan que fue el primero, y seguramente el único
oficial que se atrevía a ir en bicicleta por Cartagena antes de la guerra. Era
criticadísimo por sus compañeros del Cuerpo General que consideraban que
semejante medio de locomoción carecía de la dignidad que su rango requería.
Aún
pudo volver a España donde falleció en septiembre de 1985.
(1) Cerdera, L. M. (2015). Málaga: Base naval accidental.
Sevilla: Punto Rojo Ediciones, p142, 143
(2) Prado Mendizábal, P.,
(1964). Diccionario politécnico español-ruso. Moscú: Editorial Soviétskaia Entsiklopedia.
Gran trabajo! Reproducimos parte del mismo en nuestra entrada dedicada al exilio de Pedro Prado Mendizábal. Gracias!
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